Título: Saint Anything
Autor:
Sarah Dessen
Editorial:
Viking
Páginas:
432
Lengua:
Inglés
ISBN:
978-0-451-47743-9
Año:
2015
Rating GoodReads:
4.05
Precio:
14 €
¿Cuándo tu mundo se
tambalea, como puedes encontrar equilibrio?
Sydney siempre se ha
sentido invisible. Ha crecido acostumbrada a que su hermano, Peyton, sea el
centro de atención y preocupación de la familia. Peyton es guapo y carismático, pero inclinado
hacia la auto-destrucción. Ahora, después de un accidente provocado por
conducir ebrio que ha dejado a un chico paralítico, Peyton está sirviendo
tiempo en la cárcel, y Sydney se encuentra sola, preguntándose su lugar en la
familia y en el mundo.
Entonces conoce a la
familia Chatham. Atraída dentro de su caluroso y caótico círculo familiar por
la efervescente Layla, Sydney experimenta la aceptación incondicional por
primera vez. Pero es con el hermano mayor Mac, callado, observador y protector,
que Sydney por fin se siente vista.
La novela más profunda
y psicológica que Sarah Dessen ha escrito hasta la fecha es la historia absorbente
de una chica descubriendo la amistad, el amor y a sí misma.
Esta historia es sobre
Sydney, una chica que siempre se ha sentido invisible debido a la personalidad
de su hermano Peyton, y de como se ve afectada de lleno por los errores que este
ha cometido. Todo comienza el día que Peyton es sentenciado a prisión por
conducir ebrio y dejar a un chico paralítico, a partir de ese día Sydney tiene
que lidiar con sentimientos de soledad y culpa. Una de las primeras decisiones
que Sydney toma a raíz de ese día es cambiarse de instituto, ya que no puede
aguantar que todo el mundo sepa de quien es hermana y que todo el mundo hable
sobre ello. Allí conocerá a diferentes personajes que ayudan a Sydney a conocer lo que
es la amistad, el amor y, finalmente, a encontrarse a sí misma.
Primero conoce a Layla,
una chica que nada más llegar a su nuevo instituto la hará sentirse como en
casa. Además, se convertirá en su mejor amiga y la ayudará con todo lo que
pueda. Hay varias escenas que tras leerlas por completo te dejan deseando tener
una mejor amiga como Layla.
Después conoce a Mac,
el hermano mayor de Layla, un chico callado y observador que hará que Sydney se
sienta como nunca antes lo había hecho. Mac es ese tipo de chicos que como bien
dice Layla, siempre está cerca por si lo necesitas. La verdad es que me encanta
la relación que mantienen Mac y Sydney, ya que no es un amor que se crea de la
nada, sino que tiene un recorrido y una evolución.
Por otro lado esta Ames,
el mejor amigo de Peyton y que ayuda a los padres de este en todo lo que puede.
La palabra con la que define Sydney a Ames es CREEPY (repulsivo), si, si con
letras mayúsculas. Es uno de esos personajes que desde un primer momento sabes
que hay algo raro en él, y a medida que vas leyendo cada vez que aparece el
personaje no puedas parar de sentir repulsión hacia él.
Por otro lado, están
los padres de Sydney y Peyton. La verdad es que no se me ocurren palabras para
describirlos, sobre todo a la madre. Puedo entender que un hijo este en prisión
pueda ser un momento difícil, pero lo que no entiendo es la forma en la que
tratan a Sydney, ya que prácticamente no le hacen ni caso, ni la forma en la
que se piensa, o busca excusas para ello, de que su hijo es inocente.
Por último, esta la
Señora Chatham, la madre de Layla y Mac. Creo que aunque no aparezca en muchas
de las escenas es un personaje muy importante, sobre todo para Sydney, ya que
ella es una de las pocas personas, junto con Layla y Mac, que se preocupan de
una manera genuina por ella y que siempre está dispuesta a escucharla y a darle
consejos. Se convierte en una segunda figura maternal para Sydney.
Como opinión personal,
creo que todos los personajes están desarrollados de una manera perfecta, no
cambiaría nada de ninguno de ellos. Además, todo ellos ayudan a Sydney a
encontrarse a sí misma de una manera o de otra.
En definitiva, aunque
esta historia sea más profunda que sus otros libros, Sarah Dessen sigue en su
línea de escribir historias que te llegan al corazón y que no dejan
indiferentes a nadie.
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